Por: Diego Salazar
Gerente Comunicación Corporativa EPM
Con el tiempo y la experiencia profesional en el campo de la comunicación he sostenido dos principios de la gestión de esta en el mundo de las organizaciones: Nunca es suficiente y Siempre se puede hacer mejor.
Frente al primero, a pesar de los esfuerzos que en materia de comunicación se hagan en las empresas siempre existirán personas que reclaman para ellos mismos o para otros, información: “aquí falta, es que no nos han dicho, a uno nunca le cuentan…”; claramente no hay ni medios ni canales que puedan certificar el conocimiento y comprensión del total de personas a quienes nos interesa que pueda llegar un contenido. Tras las plataformas de medios o espacios a través de las cuales se pretende llegar, también están los humanos con sus mentes, que en el mejor de los casos con su hemisferio izquierdo captan el significado de cada palabra, entre tanto el derecho toma los aspectos visuales, afectivos y de contexto; con la salvedad que una palabra en un contexto puede significar una cosa y en otro puede significar algo diferente, por lo que entender el contexto será fundamental. Pero adicionalmente es claro que aquello sobre lo que nos enfocamos, es aquello sobre lo que ponemos la atención; por lo que el reclamo de falta de comunicación, en el fondo, puede estar permeado por la falta de atención.
El segundo principio: Siempre se puede hacer mejor, nos permite reconocer por un lado, que en la vida siempre tenemos oportunidades de hacer mejor lo que hacemos, pasa en la dimensión personal y también en la profesional - organizacional; pero además porque ante el juicio de otros, muchas veces con desconocimiento de causa, o con lógicas individuales diferentes, pueden considerarse otras formas diferentes a las que han sido utilizadas y que a su juicio son mejores “es que como no se les ocurrió, es que deberían…”. En alguna oportunidad conversando con una consultora expresó: “inteligencia con retrovisor es una maravilla”; eso no obsta para que no mantengamos ese propósito de mejorar permanentemente, de explorar nuevas posibilidades para tener más eficacia en la estrategia de comunicación.
Hoy me ocupa reflexionar frente a esas miradas necesarias para seguir fortaleciendo la comunicación. Si ustedes me preguntan por uno de los principales retos que tenemos en la comunicación, es tener una comunicación a la carta, a la medida de los intereses y necesidades de la personas con las que nos relacionamos; pero eso implica un trabajo arduo y un camino por recorrer para seguir habilitando la cercanía y una mejor interacción con aquellos a quienes nos debemos: comunidad, clientes, usuarios, colaboradores y demás grupos de interés con los que materializamos el propósito: proveedores y contratistas, inversionistas, Estado, colegas, dueño, socios, academia y líderes de opinión.
Forbes en un artículo publicado los primeros días de enero del año 2024 señaló las tres tendencias del liderazgo para el año en el que se mencionaba como una de estas “priorizar la transparencia”, y se refería a que, en tiempos de turbulencia, la comunicación se convierte en columna vertebral de un liderazgo exitoso y que por eso los líderes crean lugares de trabajo en los que se valora la verdad, fomentan la comunicación constante y transparente.
De ahí la necesidad que las organizaciones cuenten con líderes que crean y den valor al rol de la comunicación dentro del sistema organizacional, pero que además lo respalden con su actuación, dedicando tiempo y espacio al encuentro con los grupos de interés tanto internos como externos. Como lo señala también Forbes “la comunicación eficaz es en vía de doble sentido. Por eso es necesario la escucha.
A finales del año 2023, fueron presentados los resultados reveladores de la quinta edición (2022-2023) del Latin American Communication Monitor (LCM), el estudio científico más prestigioso en América Latina sobre comunicación estratégica y relaciones públicas, en el que participaron profesionales de 20 países para brindar una visión integral de la profesión en la región, del cual como Organización hicimos parte. Los resultados identificaron algunas tendencias clave consideradas foco de las discusiones en el ámbito de la comunicación estratégica y relaciones públicas en 2024, la cuales brindan una perspectiva sobre el estado actual y futuro del sector. Pero más allá de enumerarlas quisiera traer solo algunas de estas:
Las acciones sobre la diversidad, equidad e inclusión (DEI) refuerzan la confianza de los stakeholders. Asunto en el cual EPM y su grupo empresarial viene haciendo una apuesta importante dentro de la cual la comunicación es partícipe desde su enfoque e incorporación de prácticas que dan respuesta a este postulado.
El liderazgo empático aumenta el compromiso, mejora la salud mental y disminuye la rotación laboral. En la Organización se ha hecho una apuesta por un liderazgo consciente en el que cada uno se hace cargo de sí mismo, de la calidad de sus relaciones y de los resultados.
Se profundiza la necesidad de conectar las estrategias de la organización con la comunicación. Sigue siendo un reto que en incluso en estudios de años previos aparecía como prioridad en la agenda de los comunicadores de Latinoamérica, conectar la comunicación con la estrategia. Contribuir a la comprensión de esta, en un escenario corporativo en el que el cambio es piedra fundamental y en el que adicionalmente la comunicación interna toma papel protagónico armonizándose con la cultura corporativa. A propósito, la Asociación de Directivos de Comunicación, entidad profesional de referencia en España, en su anuario de comunicación 2023 Tendencias en un mundo por descifrar, presenta las tendencias del sector para los próximos años, en la cual encabeza la lista la comunicación interna, clave para profundizar la conexión estrategia – comunicación.
A este enunciado se suma el propósito corporativo y la reputación, las plataformas emergentes de realidad virtual y redes sociales (en constante evolución) y el impacto de la Inteligencia Artificial en la comunicación corporativa.
Pero más allá de las tendencias, el reto superior ha sido y seguirá siendo la búsqueda de la excelencia en la comunicación, de humanos para humanos, que permita el encuentro común entre las organizaciones con quienes hay interés mutuo de encuentro.