El sistema de acueducto de EPM tiene dos formas de abastecerse. El 96% de los clientes del Valle de Aburrá se abastecen del agua que llega de 3 embalses (La Fe, Riogrande II y Piedras Blancas); y es potabilizada en 5 plantas (La Ayurá, Manantiales, Villa Hermosa, La Montaña y San Nicolás).
Las otras 7 plantas de potabilización del Valle de Aburrá, que son más pequeñas y abastecen un 4% de la población, reciben el agua directamente de fuentes menores como quebradas. Solo algunas de estas plantas tienen la posibilidad de conectarse con otras redes y tener un respaldo para el suministro de agua.
Dentro de este sistema, los embalses aseguran mayor cantidad y disponibilidad de agua, mientras que las plantas más susceptibles a interrupciones son las plantas que reciben el agua directamente de quebradas y ríos, pues su operación depende de fuentes cuyo caudal y calidad del agua varía según las condiciones climáticas que haya. En época seca es menor la cantidad de agua que se capta y en algunas oportunidades no alcanza a satisfacer la demanda del territorio; y en época de lluvias puede alterarse la calidad del agua y es necesario parar el proceso de potabilización mientras se normalizan las condiciones.
Las plantas abastecidas por quebradas son: San Cristóbal, Barbosa, San Antonio de Prado, La Cascada, Aguas Frías, Caldas y Palmitas; y en el Oriente la planta de potabilización del municipio de Rionegro es abastecida por el río Negro.
Durante los meses de mayor intensidad del Fenómeno de El Niño es posible que se presenten interrupciones en el servicio de acueducto, con mayor probabilidad en las zonas abastecidas desde plantas de potabilización con captación directa de quebradas y/o ríos. Para zonas abastecidas desde plantas de potabilización con captación de embalses, es probable que tengamos cambios en el color del agua, según baje el nivel de los embalses, pues entre más baje el nivel, mayores serán las concentraciones de las partículas que pueden darle color al agua y por tanto mayor reto técnico para su potabilización; no obstante, EPM mediante su proceso de potabilización produce y distribuye agua apta para el consumo humano. Si el agua llegara a presentar coloración diferente a la habitual se recomienda a los usuarios que eviten el lavado de prendas especialmente de color blanco o de colores claros, hasta que se recupere el aspecto habitual del agua. La línea de atención al cliente de EPM (604) 44 44 115 estará disponible para que los usuarios reporten estas situaciones.
Es un evento natural de variabilidad climática que se genera por el calentamiento del océano Pacífico y que genera cambios en la circulación atmosférica.
Dependiendo de la magnitud de la anomalía positiva de temperatura (variación en relación con las condiciones medias) que tenga superficialmente el mar, El Niño se puede clasificar como débil, moderado, fuerte o muy fuerte.
Aunque Colombia no cuenta con estaciones durante el año, si hay unos meses donde se presentan más lluvias, relacionadas con la posición de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), las corrientes desde el océano Pacífico y el paso de ondas tropicales. Estas temporadas, en la región andina, generalmente se dan de abril a mayo y de septiembre a noviembre. Cuando llega El Niño, se presentan reducciones de lluvias, no ausencia de ellas.
Generalmente los fenómenos de El Niño inician a mediados de año y terminan en los meses de marzo/abril del siguiente año, cubriendo la segunda temporada de lluvias y la primera temporada seca del año.
El IDEAM a nivel nacional es la entidad encargada de determinar las condiciones de El Niño. Esto lo hace basado en observaciones y modelaciones de centros internacionales (NOAA, IRI, etc.) y en análisis propios, lo que le permite determinar la condición de este fenómeno, su intensidad y su evolución (pronóstico).
En Colombia, el fenómeno de El Niño tiene como efecto principal la disminución de las lluvias. A menos lluvia, menos caudal en los ríos; en consecuencia, se puede llegar a tener escasez en los embalses que almacenan agua para el consumo humano y para la generación de energía eléctrica.
En Colombia, para hacer más eficiente el proceso de generar energía eléctrica y llevarla a todas las regiones del país, las centrales están conectadas al Sistema Interconectado Nacional (SIN), es decir, que la energía que se produce en Antioquia también llega a otros departamentos.
En condiciones normales, el 70% de la energía eléctrica en Colombia proviene de la generación hidráulica y un 30% de las plantas térmicas. En la actualidad, las empresas generadoras han incrementado la producción de energía a través de plantas térmicas que funcionan con carbón, gas o combustible líquido para cumplir con la demanda del país, a pesar de ser una energía más costosa; todo esto, debido a la disminución de los caudales y para preservar el agua de los embalses para afrontar la primera temporada seca del próximo año.
¿Cómo se abastece el sistema de acueducto de EPM?
El sistema de acueducto de EPM tiene dos formas de abastecerse. El 96% de los clientes del Valle de Aburrá se abastecen del agua que llega de 3 embalses (La Fe, Riogrande II y Piedras Blancas); y es potabilizada en 5 plantas (La Ayurá, Manantiales, Villa Hermosa, La Montaña y San Nicolás).
Las otras 7 plantas de potabilización del Valle de Aburrá, que son más pequeñas y abastecen un 4% de la población, reciben el agua directamente de fuentes menores como quebradas. Solo algunas de estas plantas tienen la posibilidad de conectarse con otras redes y tener un respaldo para el suministro de agua.
¿En qué se diferencian las plantas abastecidas por embalses de las plantas abastecidas directamente por quebradas o ríos?
Dentro de este sistema, los embalses aseguran mayor cantidad y disponibilidad de agua, mientras que las plantas más susceptibles a interrupciones son las plantas que reciben el agua directamente de quebradas y ríos, pues su operación depende de fuentes cuyo caudal y calidad del agua varía según las condiciones climáticas que haya. En época seca es menor la cantidad de agua que se capta y en algunas oportunidades no alcanza a satisfacer la demanda del territorio; y en época de lluvias puede alterarse la calidad del agua y es necesario parar el proceso de potabilización mientras se normalizan las condiciones.
¿Cuáles son las plantas de potabilización de EPM que no son abastecidas por fuentes menores (quebradas o ríos)?
Las plantas abastecidas por quebradas son: San Cristóbal, Barbosa, San Antonio de Prado, La Cascada, Aguas Frías, Caldas y Palmitas; y en el Oriente la planta de potabilización del municipio de Rionegro es abastecida por el río Negro.
Durante los meses de mayor intensidad del Fenómeno de El Niño es posible que se presenten interrupciones en el servicio de acueducto, con mayor probabilidad en las zonas abastecidas desde plantas de potabilización con captación directa de quebradas y/o ríos. Para zonas abastecidas desde plantas de potabilización con captación de embalses, es probable que tengamos cambios en el color del agua, según baje el nivel de los embalses, pues entre más baje el nivel, mayores serán las concentraciones de las partículas que pueden darle color al agua y por tanto mayor reto técnico para su potabilización; no obstante, EPM mediante su proceso de potabilización produce y distribuye agua apta para el consumo humano. Si el agua llegara a presentar coloración diferente a la habitual se recomienda a los usuarios que eviten el lavado de prendas especialmente de color blanco o de colores claros, hasta que se recupere el aspecto habitual del agua. La línea de atención al cliente de EPM (604) 44 44 115 estará disponible para que los usuarios reporten estas situaciones.
Durante los últimos años, EPM ha realizado diferentes iniciativas en sus sistemas de acueducto y energía, para mitigar los impactos de la variabilidad climática y actualmente se prepara para reducir los riesgos asociados al Fenómeno de El Niño, trabajando en articulación con los demás actores del sector.
En Generación Energía contamos con el Plan Integrado de Mantenimiento. Este plan se construye coordinando de forma tal que permita tener todas las unidades en condiciones óptimas para generar y que no coincidan mantenimiento mayores o especiales con las épocas de nivel más bajo o caudal mínimo de un río u otra corriente durante una época del año determinada.
En EPM contamos con 23 centrales, y en lo que va del 2023 se han invertido más de 100 mil millones de pesos en mantenimientos. Para el 2024 continuaremos con mantenimientos especiales de gran intensidad que no coincidirán con la época de El Niño.
Hoy tenemos los embalses alrededor del 80-82 %. Estamos guardando el agua, porque la situación más crítica que se nos va a venir de déficit de lluvias será cuando empiece el verano. El objetivo es mantener los embalses en ese orden, durante estos meses (octubre, noviembre) que todavía son de invierno, y empezar a utilizarlos de diciembre a enero, cuando empieza el verano.
Con el propósito de reducir estos impactos en los meses de mayor intensidad del Fenómeno de El Niño, EPM viene desarrollando diferentes acciones para incrementar la confiabilidad del sistema y reducir la probabilidad de interrupciones y cambios en el color del agua.
Estas acciones implican intervenciones para aumentar la cantidad de agua a potabilizar en las plantas abastecidas por embalses, ampliación y mejoramiento de tanques para almacenamiento de agua potable, modernización de los sistemas de potabilización, reposición de redes de acueducto, construcción de nuevas interconexiones, adecuación de bombeos, válvulas y macro-medidores, habilitación de sistemas de captación, y en general todos los procesos de mantenimiento, reparación, reposición y expansión en el sistema de acueducto.
Existe una diferencia entre eventos de variabilidad climática como el fenómeno de El Niño y el cambio climático.
La variabilidad climática se presenta cuando con cierta frecuencia un fenómeno genera un comportamiento anormal del clima, pero es un fenómeno temporal y transitorio.
El cambio climático es un proceso de más largo plazo, que va afectando el clima de manera progresiva; que se origina principalmente por la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero (como el CO2), generados por actividades humanas. Su consecuencia es el aumento lento y progresivo de la temperatura, con efectos en el comportamiento del clima.
Sin embargo, hay algunos estudios sugieren que el fenómeno de El Niño se ha intensificado por cuenta del cambio climático. Un planeta más caliente incrementa el ciclo hidrológico, en la medida en que hay más energía en el planeta para estos fenómenos. Esto permite concluir que algo que es causado por el hombre (cambio climático) se está retroalimentando con un fenómeno natural como El Niño.
Los usuarios también pueden contribuir a reducir los impactos del Fenómeno de El Niño sobre el servicio de acueducto y energía, usando responsablemente los servicios al seguir las siguientes recomendaciones:
Dependiendo de la temperatura que tenga superficialmente el mar, El Niño se puede clasificar como: