El parque eólico Jepírachi, situado en la alta Guajira colombiana, dejó de operar el 9 de octubre de 2023 y fue retirado de manera definitiva del Sistema Interconectado Nacional.
En noviembre del mismo año, mediante Auto 601, la autoridad ambiental Corpoguajira aprobó el Plan de Desmantelamiento y Abandono presentado por EPM y declaró formalmente iniciada su fase de desmontaje (desmantelamiento y abandono). Este plan incluye las medidas de manejo ambiental y social acordadas con las comunidades en distintos espacios de reunión realizados en el territorio.
Jepírachi será desmontado debido a cambios regulatorios establecidos por la CREG y a disposiciones de la normatividad ambiental colombiana.
Los aerogeneradores de Jepírachi siguen en pie por el momento, mientras se cumplen los procesos contractuales y algunas actividades previas acordadas con las comunidades.
EPM realizará el desmontaje del parque eólico Jepírachi cumpliendo con la normatividad colombiana y respetando los usos y costumbres de la comunidad wayuu, con el apoyo de las entidades que hicieron parte del proceso en sus distintas etapas.
Para el desmontaje del parque eólico Jepírachi, fue necesario realizar los siguientes contratos:
La planta desalinizadora, construida por EPM en el año 2003, hace parte de las medidas compensatorias acordadas con las autoridades tradicionales y la comunidad por la construcción del parque eólico Jepírachi. Actualmente abastece a 135 familias wayuu de las comunidades de Arutkajuy, Kasiwoluin y Polumana, quienes, gracias a un sistema de distribución por bombeo y gravedad, reciben agua apta para el consumo humano cada semana en la puerta de sus casas.
Por distintas circunstancias históricas, EPM se responsabilizó del funcionamiento de la planta con el fin de garantizar el abastecimiento de agua para las comunidades. Sin embargo, a partir de diciembre de 2024, será el municipio de Uribia quien se haga cargo pleno de su administración, operación y mantenimiento.
El compromiso de EPM es entregarle a la Alcaldía los dos módulos de la planta desalinizadora operativos y el edificio mejorado y dotado con un sistema autónomo de energía para su funcionamiento (techo solar y planta diésel de respaldo). Esta inversión es considerada el “nüputia”, un presente que se acostumbra a entregar en la cultura wayuu por haber hecho uso o beneficiarse del territorio.
Desde 1998, cuando EPM entró en contacto con la cultura wayuu para realizar los estudios iniciales y luego construir el parque eólico Jepírachi, se tuvieron como principios de actuación el respeto, la legitimidad, la interculturalidad, la responsabilidad y la transparencia, lo que permitió construir relaciones de confianza basadas en el cumplimiento de la palabra y el respeto por sus usos y costumbres.
Estos son 20 momentos importantes en la historia de Jepírachi, instantes y estampas de un proyecto piloto que, en sus casi 20 años de operación, representó un hito importante en la historia del sector eléctrico colombiano:
Entre julio de 1999 y junio de 2002, tiempo en que se realizó la consulta previa, se llevó a cabo un amplio proceso de información, participación y diálogo intercultural para identificar los impactos del proyecto y definir las medidas para su manejo.
Con las autoridades tradicionales y los líderes se acordaron medidas que consideraron la aplicación de criterios interculturales de comunicación, empleo, convivencia y uso del territorio, e igualmente medidas orientadas al beneficio comunitario y al mejoramiento de la calidad de vida en aspectos como: agua apta para el consumo humano, atención en salud, educación básica y fortalecimiento de su identidad cultural.
Este proceso tuvo seguimiento por parte de la actual Dirección de la Autoridad Nacional de Consulta Previa y fue cerrado posteriormente con la verificación del cumplimiento de los acuerdos protocolizados en esta etapa.
El 20 de junio de 2002 las comunidades de las rancherías Arutkajuy, Kasiwoluin y Medialuna, reunidas en asamblea convocada por Corpoguajira, ratificaron los acuerdos pactados en la consulta previa y le dieron vía libre al parque eólico Jepírachi en su territorio con el aval de las autoridades locales y regionales y del Ministerio del Interior.
Jepírachi fue un proyecto piloto con fines experimentales para conocer y aprender sobre una energía limpia y renovable como la eólica y su desempeño en un territorio como la Alta Guajira. Hizo parte del Programa general de investigaciones, proyectos y actividades asociadas para el desarrollo de la energía eólica en Colombia, liderado por EPM, que contó con el respaldo de Colciencias, entidad que lo valoró como innovación tecnológica, y del Ministerio del Medio Ambiente, que lo acogió como programa - bandera de la estrategia nacional de cambio climático.
El sitio del parque fue seleccionado con el criterio de evitar o minimizar los impactos para no interferir con las actividades cotidianas, lugares sagrados y rituales de los indígenas, así como de proteger la fauna y flora estableciendo restricciones de retiros entre 200 y 1.000 metros a sitios como jagüeyes (reservorios de almacenamiento de aguas lluvias), rozas (huertas de cultivos), cementerios, línea costera, rancherías y rutas de aves migratorias.
Los primeros 10 aerogeneradores de Jepírachi llegaron a Puerto Bolívar, en la Alta Guajira colombiana, el 16 de noviembre de 2003.
La instalación del primer aerogenerador a gran escala en territorio colombiano concluyó el 17 de noviembre de 2003, un hito en la historia del sector eléctrico nacional.
El primer kilovatio eólico generado en Colombia se lo entregó EPM al Sistema Interconectado Nacional el 17 de diciembre de 2003 con las pruebas de puesta en servicio de las máquinas 1 y 2 de Jepírachi.
Jepírachi fue inaugurado oficialmente el 21 de diciembre de 2003 y entró en operación comercial con sus 15 aerogeneradores, el 19 de abril de 2004.
Jepírachi fue considerado una planta menor del Sistema Interconectado Nacional - SIN. Por disposiciones de la regulación colombiana, la energía generada en el parque fue despachada a este sistema desde la subestación Cuestecitas, en el municipio de Albania, luego de un recorrido de 140 kilómetros a través de la línea de transmisión Cuestecitas - Puerto Bolívar, de propiedad de Carbones de El Cerrejón, única alternativa posible para transportarla.
Con el tiempo, el parque eólico Jepírachi se convirtió en otro de los atractivos promocionados por las agencias de turismo de La Guajira en la ruta hacia el Cabo de la Vela, uno de los lugares más hermosos de Colombia y territorio sagrado para el alma wayuu.
Jepírachi fue la primera iniciativa colombiana para el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del protocolo de Kyoto, y también la primera inversión en energía eólica apoyada por bonos de carbono en América Latina. A raíz de esta experiencia, el Banco Mundial creó el Fondo Comunitario del Carbono, con el fin de apoyar proyectos MDL en comunidades marginales.
Jepírachi estimuló la creación, en 2005, del Comité de Energía Eólica y Fuentes Alternativas de Energía, con participación de la UPME, el Icontec, la Universidad Nacional y EPM, para conformar el mapa eólico nacional y desarrollar la normatividad para parques eólicos en Colombia.
Jepírachi motivó la realización de distintos estudios e investigaciones académicas sobre su desempeño operativo, ambiental y social. El parque y la temática eólica estuvieron presentes en numerosas tesis de grado, seminarios y conferencias sobre energía, medio ambiente y MDL en Colombia y el exterior, y en cursos y cátedras en varias universidades del país. También, posibilitó la validación de una metodología propia para los proyectos de desarrollo limpio en el país y despertó el interés de otros generadores de energía para incursionar en este tipo de tecnologías.
Gracias a su programa de divulgación tecnológica, desde el inicio de la operación de Jepírachi miles de estudiantes de diversas universidades del país, así como agrupaciones de La Guajira y otros territorios, visitaron las instalaciones para conocer de cerca su funcionamiento. El parque eólico Jepírachi fue por muchos años un aula viva para la divulgación de la tecnología eólica en Colombia.
Durante los primeros años de operación de Jepírachi, EPM contó con importantes aliados en el territorio como la Universidad de La Guajira y el SENA Regional Riohacha, el ICBF, el Municipio de Uribia y la Gobernación de La Guajira, entre otros, para impulsar iniciativas que mejoraran la calidad de vida de las comunidades del área de influencia del parque.
Con el apoyo de universidades y sus centros de investigación y laboratorios, y de manera integrada con la industria del Caribe, EPM buscó afianzar un programa de ingeniería de desarrollo para la adaptación y reconversión de componentes críticos de los aerogeneradores de Jepírachi, para su fabricación en Colombia. También, conformó una red de proveedores locales y nacionales para el suministro de equipos especiales, repuestos y consumibles. Esto permitió disminuir la dependencia tecnológica con el fabricante de los aerogeneradores (Nordex Energy) y la adaptación y especificación de los componentes eólicos para las condiciones de La Guajira.
De manera paralela a la operación de Jepírachi, y en alianza con instituciones como el SENA, se trabajó en la recuperación de algunas actividades ancestrales propias de la comunidad wayuu que venían siendo olvidadas como la cerámica, el tejido con diseños tradicionales o kaanas en las mochilas y los chinchorros, la medicina tradicional, la etnobotánica y el uso de la kasha, tambor tradicional para el ritual de convocatoria e inicio de actos de importancia.
La presencia de EPM y su gestión social en el territorio, además de posibilitar oportunidades de empleo para las comunidades, permitió generar capacidades con el desarrollo de proyectos como: formación y capacitación en organización comunitaria, cualificación de la actividad pesquera, innovación y comercialización digital de productos artesanales, trasferencia generacional de saberes tradicionales, etnoturismo, formación de empresas asociativas y autogestión de proyectos de seguridad alimentaria, suministro de agua apta para el consumo humano y mejoramiento de viviendas, entre otros, en los que hubo participación de los jóvenes, las artesanas y los mayores de las comunidades del área de influencia del parque.
Con el parque eólico Jepírachi, EPM le mostró al país hace 20 años el camino de la fuerza del viento como nueva alternativa energética para su desarrollo sostenible.
Debido a los cambios regulatorios para parques eólicos en Colombia, a la finalización de su vida útil estimada en 20 años y a las disposiciones establecidas en la normatividad ambiental, Jepírachi, pionero en la generación de energía con fuentes renovables no convencionales en Colombia, fue apagado y desconectado del Sistema Interconectado Nacional el 9 de octubre de 2023 e inició su proceso de desmontaje.