¿Que si el gas es la pieza clave para la transición energética justa y ordenada que necesita nuestro país? En mi concepto, la respuesta es rotundamente un SÍ. El gas, además de satisfacer las demandas sociales, es un energético amigable con el medio ambiente, económico, eficiente y seguro.
En el tema energético, la estrategia del Grupo EPM, revela claramente su compromiso con la sostenibilidad: Somos el principal generador hidroeléctrico del país, el pionero de la generación eólica con Jepírachi, estamos avanzando en proyectos solares distribuidos y somos la primera empresa de Colombia que ha implementado el GNL (Gas Natural Licuado) a pequeña escala para atender de forma masiva un mercado.
Por esta misma razón es que le damos relevancia y protagonismo al gas natural, porque entendemos que es el energético indispensable para apalancar toda esta transición, en particular, con la amplísima gama de actividades que aún no son electrificables, por ejemplo el transporte de carga pesada, que requieren una atención urgente, pues están siendo atendidas con combustibles de altas emisiones que es preciso que evolucionen al gas natural, el mejor combustible disponible para actividades térmicas cotidianas.
En Colombia, la pobreza sigue siendo un factor de desigualdad constante; por lo que el acceso a los servicios públicos esenciales, entre ellos el gas natural, es una de las apuestas para cerrar esta brecha. Según Naturgas, en la última década, Colombia pasó de tener 1,9 millones de usuarios a superar los 10,7 millones (cerca de 37 millones de colombianos), lo que representa un ejemplo mundial en materia de penetración que supera a países como Argentina, EEUU, Perú, Venezuela, México y Brasil. Cerca del 60% de estos usuarios están concentrados en estratos 1 y 2, es decir, el país registra casi un 80% de cobertura en áreas donde hay perímetro de red y un 67% del total de hogares de Colombia tiene conexión a gas natural.
Sin embargo, para seguir cerrando la brecha de desigualdad, es urgente promover las regulaciones necesarias para que las viviendas nuevas, que se ubican en aquellos lugares con disponibilidad del energético, cuenten con la red interna de gas desde su construcción. Desde nuestra experiencia, esta ha sido una de las herramientas fundamentales para ampliar la universalización en Medellín y algunos municipios del Departamento de Antioquia.
Evaluar alternativas de acceso al servicio de gas natural a gran parte de los 1,8 millones de hogares colombianos que hoy usan leña y carbón, es indispensable. Con ello, se dignificarán las
actividades básicas de los hogares como la cocción, la calefacción, el aire acondicionado, entre otras; se reducirán las enfermedades asociadas a la mala calidad del aire intramural (al menos 5.000 muertes prematuras anuales) y al acceder a un combustible de bajo costo seguramente se liberarán recursos en los hogares para invertir en otros bienes y servicios requeridos.
Abastecimiento de gas a largo plazo
Frente a las perspectivas que EPM tiene con relación al negocio del Gas, éste se encuentra en una etapa de consolidación que se ha visto fortalecida con la recuperación económica después de la pandemia.
Nuestro mercado residencial ha venido estabilizando su consumo y las tasas de crecimiento han recuperado los indicadores que teníamos previos a la pandemia (2020); por su parte, los segmentos de la gran industria y las empresas, vienen evolucionando paulatinamente y encontrando en el gas una alternativa más competitiva y sostenible para sus procesos productivos, lo que nos permite proyectar un incremento en sus márgenes y posición en el mercado.
Para asegurar el abastecimiento de gas natural para sus usuarios a largo plazo, EPM firmó un contrato de suministro de gas con Canacol Energy por 10 años, que inicia en 2024 y contempla por parte de esa empresa, la construcción de un gasoducto entre su planta en Jobo, departamento de Córdoba en el Caribe, y Medellín.
Esto no solo convierte a EPM en el único distribuidor del país en tener contratos por este período en las nuevas tendencias de economía circular y transición energética; si no que también, le permite a la Empresa contar con fuentes alternativas de suministro de gas natural, que le garantiza a los clientes y usuarios la disponibilidad del energético durante los próximos 14 años.
Hoy, Colombia tiene autosuficiencia de gas natural y ante propuestas de otras fuentes internacionales se debe garantizar la independencia energética para no afectar a nuestros usuarios con precios altos. Para esto, es importante el avance de las campañas exploratorias, de manera que se pueda aumentar nuestra capacidad de recursos. Si seguimos desarrollando el potencial de reservas que tenemos, podremos tener autosuficiencia por 100 años y garantizar el abastecimiento de los 36 millones de colombianos que hoy tienen gas natural en sus hogares.