Los contenidos multimedia están en todas partes: en redes, páginas web, presentaciones y campañas institucionales. Pero no siempre están pensados para todas las personas. Cuando un video no tiene subtítulos, una imagen no tiene texto alternativo o un audio no tiene guion, muchas personas quedan excluidas. Hacerlos accesibles es parte de comunicar bien en lo digital.
La accesibilidad en contenidos multimedia no requiere herramientas complejas, solo buenas prácticas. Aquí te dejamos algunos pasos simples para que tus videos, imágenes y/o audios puedan ser entendidos y utilizados por todas las personas.
Nota: El contraste se mide usando el código de color hexadecimal (HEX) del texto y del fondo. Puedes obtenerlo con herramientas como el inspector del navegador o capturadores de color. El contraste mínimo debe ser de 4.5:1 para texto normal (hasta 18 px o 14 px en negrita) y 3:1 para texto grande (más de 18 px o 14 px en negrita).
Nota: El zoom del navegador amplía el contenido en pantalla. Según las pautas de accesibilidad, debe verse bien y funcionar correctamente hasta un aumento del 200%.
Hacer accesibles los contenidos multimedia que compartimos es parte de construir una comunicación digital inclusiva. No se trata solo de cumplir con normas, sino de pensar en todas las personas que usan nuestros contenidos.
Cada pequeño ajuste, como agregar subtítulos, describir una imagen o cuidar el sonido, hace que la información llegue a más personas y disminuye el riesgo de que alguien no pueda acceder a ella.
Y esto aprenderemos hoy por el momento.