Desde la revolución industrial la temperatura global promedio de la Tierra ha aumentado, principalmente porque la utilización de combustibles fósiles hace que la atmósfera atrape mayor energía del Sol. Disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) es una prioridad, dado que los científicos han advertido que si se continúa al ritmo actual se prevé que la tierra se calentará alrededor de 3.2°C para 2100, trayendo consigo temperaturas récord, sequías, incendios, tormentas, inundaciones, aumento del nivel del mar, pérdida de biodiversidad, inseguridad alimentaria y amenazas a la salud humana, entre otras consecuencias.
El Acuerdo de París de 2015 estableció que el aumento promedio de la temperatura global a 2100 debe limitarse a los 1.5°C, lo que exige reducir a la mitad las emisiones de GEI para 2030 y alcanzar emisiones netas cero para 2050.
¡Gobiernos, empresas y sociedad civil tenemos mucho por hacer para contribuir a esta reducción!