EPM debe compensar por las obligaciones que adquiere a partir de los impactos ambientales bióticos que no pueden ser evitados o corregidos, derivados ellos de la construcción y puesta en operación de sus diferentes proyectos de generación, transmisión y distribución de energía, gas, agua y saneamiento.
Se compensa por las siguientes razones: pérdida de biodiversidad, afectación a especies en veda, sustracción de áreas de reserva y aprovechamiento forestal.
En el momento, EPM adelanta acciones de compensación que contemplan la siembra de 11.500 árboles para diferentes zonas urbanas del Valle de Aburrá. Estas cifras tienden a aumentar por el inicio continuo de diferentes proyectos, la mayoría de ellos con obligaciones de este tipo.
En el caso de los proyectos que requieren licencia ambiental como Bello Guayabal Ancón (transmisión de energía), se les aplica lo establecido en el Manual de compensaciones por pérdida de biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2012).
De esta manera, EPM protegerá aproximadamente 13 hectáreas situadas en la reserva de El Romeral, durante la vida útil del proyecto, estimada en 25 años aproximadamente, e intervendrá otras siete hectáreas en zonas del Parque Lineal ambiental La Heliodora en Envigado, como compensación por afectación de las especies en veda por un periodo de tiempo de 3 años.
A los proyectos no licenciados como Otras Cuencas y Centro Parrilla (saneamiento), se les aplican los lineamientos establecidos para las compensaciones por aprovechamiento forestal establecidas por autoridades ambientales como Corantioquia y el Área Metropolitana, que consisten en compensar un número determinado de árboles para minimizar así el impacto. En este caso, EPM siembra en los espacios y/o predios disponibles en los municipios del Valle de Aburrá y mantiene los árboles por uno, dos, tres y hasta cinco años; después de este periodo, las administraciones asumen su mantenimiento y conservación