EPM adelanta acciones para solucionar coloración del agua en algunos sectores de Medellín y el sur del Valle de Aburrá
En los últimos meses se ha presentado un incremento de la coloración del agua en algunas zonas de Medellín y en el sur del Valle de Aburrá.
- Fecha de publicación
- 2019-09-03 00:00
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- EPM adelanta acciones para solucionar coloración del agua en algunos sectores de Medellín y el sur del Valle de Aburrá
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En los últimos meses se ha presentado un incremento de la coloración del agua en algunas zonas de Medellín y en el sur del Valle de Aburrá.
- La coloración se debe a la presencia de manganeso en las fuentes de agua que alimentan el embalse La Fe, que se potabiliza en la planta La Ayurá
- La Empresa empezará a usar dióxido de cloro, como lo hacen en Estados Unidos, Europa y Brasil, para remover el manganeso
- Con una inversión cercana a los $200.000 millones se adelanta la modernización del sistema La Ayurá, incluyendo El Buey, Río Piedras, PTAR El Retiro, embalse La Fe y la planta La Ayurá
En los últimos meses se ha presentado un incremento de la coloración del agua en algunas zonas de Medellín y en el sur del Valle de Aburrá, que incide en el aspecto visual del líquido, su sabor y olor.
Este fenómeno se debe al aumento de la concentración de manganeso en la zona profunda del embalse La Fe, ubicado en el Oriente antioqueño, de donde proviene el agua que se potabiliza en la planta La Ayurá, ubicada en el municipio de Envigado.
Con el propósito de minimizar la alteración en el color del agua que se distribuye desde esta planta, la Empresa desarrolla una serie de medidas técnicas y operativas, entre las que se destaca el ajuste en la operación de las compuertas del embalse La Fe. Allí se dejaron en funcionamiento solo las que toman el agua de la parte superior e intermedia. La más baja se cerró, con el fin de reducir la cantidad de manganeso que llega a La Ayurá, porque este metal es más abundante en la zona profunda del embalse.
A su vez, en la planta La Ayurá se hicieron, entre otros, adecuaciones en la dosificación de los químicos usados para la potabilización, especialmente del carbón activado en polvo. También se procedió con la renovación del agua en las redes de distribución, el lavado de la red primaria de acueducto (conduce el agua desde la planta hasta los tanques de almacenamiento) en los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Medellín; y se intensificó el monitoreo y el seguimiento a la calidad del agua.
Aunque el manganeso es un metal que se encuentra en condiciones naturales en el aire, el suelo, el agua y los alimentos, prácticas como la minería, los procesos agrícolas y pecuarios, la expansión urbana y, con ello, los proyectos de construcción y de infraestructura vial aumentan la cantidad de este sedimento en las corrientes de agua. Ello sucede porque eliminan la capa vegetal y la lluvia o el viento arrastran más componentes del suelo hacía las quebradas.
Esta situación ha venido ocurriendo en el río Pantanillo y en las quebradas Las Palmas, Espíritu Santo, Boquerón y San Luis, principales afluentes naturales del embalse La Fe. Su caudal lleva una mayor concentración de manganeso.
En condiciones climáticas secas o de lluvia, el manganeso al ingresar al embalse se deposita en el fondo y permanece como parte del sedimento, pero cuando hace un extremo verano, como el que se presenta en este momento, el manganeso sufre cambios químicos que hacen que este se libere del sedimento, se mezcle con el agua que llega a la planta La Ayurá, que con los procesos de tratamiento hoy, no alcanza a remover toda la cantidad que entra en las condiciones actuales.
Calidad del agua
La normatividad colombiana permite que el agua de consumo tenga hasta 0,1 mg/l de manganeso. EPM tiene estándares aun más rigurosos. Normalmente de la planta de potabilización La Ayurá se distribuye agua con concentraciones de manganeso que oscilan alrededor de 0,03 mg/l, por debajo de lo que exige la norma colombiana.
Para garantizar que el agua distribuida cumpla con los parámetros de calidad, EPM toma en promedio 940 muestras al mes de las redes de distribución, en las cuales analiza los principales parámetros de calidad: color, turbiedad, pH, conductividad, coliformes totales y E. coli. Estos análisis se hacen con los laboratorios propios y con externos especializados en el tema. Cuando las muestras analizadas presentan niveles de color mayores a los valores típicos, la Compañía efectúa un análisis adicional de manganeso e implementa las acciones necesarias para reducir su concentración en el agua. Todo esto se lleva a cabo hoy.
EPM inició el proceso de modernización del sistema La Ayurá, incluyendo El Buey, Río Piedras, PTAR El Retiro, embalse La Fe y planta La Ayurá, con una inversión cercana a los $200.000 millones, que prevé tener concluido en 2023. Mientras se ejecutan estos trabajos, la Empresa continuará con las labores de mitigación especiales e implementará en los próximos días el uso de dióxido de cloro -utilizado en muchos sistemas de acueducto del mundo, como en Estados Unidos, Europa y Brasil-, con el que se busca facilitar la remoción del manganeso en el proceso de potabilización para evitar la situación que se registra en la actualidad.
Así avanza EPM en su compromiso con la comunidad en el suministro de agua con calidad, continuidad y cobertura.