Historia aguas EPM
1677
Miguel de Aguinaga, gobernador y capitán general de la provincia, ordena que "se eche el agua de la quebrada de Aná... que quede bien corriente y moliente y bien segura la tupia o rompimiento de donde se coja el agua...".
1788
El gobernador Antonio Mon y Velarde ordena la apertura de desagües subterráneos para evacuar las aguas negras de las casas hacia las calles y la construcción de una pila en la Plaza Mayor.
1789
Antonio Monzón, director de las Reales Fábricas, levanta la mencionada fuente en el costado noroccidental de la Plaza Mayor.
1856
Se constituye en Medellín la Sociedad de Aguas de La Ladera, entidad privada para la prestación del servicio de acueducto.
1867
Se disuelve la mencionada sociedad. Se crea otra con el mismo nombre, pero sobre otras bases.
1870
Medellín recibe ya las aguas de la quebrada Piedras Blancas, base del acueducto moderno, y las de sus afluentes Mazo, Guayabo, Chorrillos y Gurupera, entre otros.
1888
El municipio decide reservarse el derecho de traer aguas a la ciudad.
1890
El municipio adquiere el manejo de las aguas que, hasta ese entonces, eran administradas por particulares. Estos le ceden al municipio, y a perpetuidad, la propiedad de la acequia de Santa Elena, entonces en construcción.
1892
El municipio compra el acueducto particular de Piedras Blancas, para consolidar la prestación del servicio por parte del sector público.
1893
Se decreta la modernización del acueducto de Santa Elena.
1896
Se firma el contrato para la construcción del tanque de decantación de la bocatoma Las Perlas. Se propone la instalación de tubería de hierro.